José Cubero Valero, nació en Barcelona el 21 de agosto de 1933 y falleció el 1 de septiembre de 2001, fue un historietista español que firmaba simplemente como Cubero.
Su padre se llamaba José Cubero Ibor. Al ser su padre y él tocayos, al historietista se le ha identificado ocasional y erróneamente con el nombre de su progenitor.

Cubero trabajó de administrativo durante varios años, pero en cuanto pudo dedicarse a tiempo completo al dibujo abandonó sus ocupaciones en la oficina. Fue un dibujante todoterreno que colaboró en muchas editoriales, aunque sus inicios se concentraron en Editorial Marco y su revista La Risa (2ª época), para las que concibió series humorísticas como El tío Bastián (1956), El Doctor Penicilino y el bestia de su sobrino (1958), Zacarías Mendrugón y su lobo Gedeón (1956) o Sherlok Gómez (1958). Entre finales de los años cincuenta e inicios de los setenta trabajó, entre otras, para Editorial Bruguera, con series para las revistas Pulgarcito, DDT y Din Dan (El soldado Joe, 1961; Ponderoso Joe, 1966; Agripino, 1967), Espadini, 1967, o Josefino, 1971); y realizó también varias historietas de Mortadelo y Filemón.

La serie de Agripino se publicó por primera vez en la revista El DDT en su N.º 0, el 10 de julio de 1967. Fue una serie con muy pocas historietas, unas 25 en total, aunque se publicaron más a partir del N.º 500 pero fueron repetidos de los primeros, al igual que los publicados en la revista Super DDT.
Agripino es una persona de mediana edad, que viste casi siempre con traje y corbata, es calvo y con un bigote grande y negro, lleva gafas y sombrero. Trabaja en una oficina.
Tiene una hermana que se llama Eduvigis y un sobrino llamado Pedrín, travieso como el solo.
Agripino es un tipo que siempre está preocupado por su salud, es un hipocondriaco total.
Tiene reuniones con amigos y su tema de conversación son de cómo ha estado uno de malo y que enfermedad tiene o ha pasado.
Suele tomar muchísimos medicamentos y suele ir con frecuencia al médico y a la farmacia, preguntando por “Las novedades de la Farmacopea Universal, y el farmacéutico le suelo decir “Agripino donde le duele esta vez”